Consejos financieros

Ir de compras con hambre? ¡Tu bolsillo puede salir perjudicado!

Conoce más aquí...

Familia fortuna en centro comercial

¿Te ha pasado que vas al supermercado con hambre y terminas comprando más de lo que necesitabas? Tranquilo, no eres el único. Hay una razón simple: cuando tenemos hambre, los antojos se multiplican… y también los gastos.

Ir de compras sin haber comido puede hacer que nuestro cerebro nos juegue una mala pasada. De repente, todo se ve apetitoso, necesario e irresistible. Y ahí es donde empezamos a meter en el carrito productos que no estaban en la lista: snacks, postres, comidas rápidas, bebidas caras, entre otros.

 ¿Cuál es el problema?

Que esos gastos pequeños, repetidos una y otra vez, terminan afectando tu presupuesto mensual sin que te des cuenta.

 Haz la prueba:

Un día ve al mercado con hambre, y otro día ve después de comer. Compara los recibos y verás la diferencia.

Para ello, aquí te dejamos algunos consejos sencillos y prácticos:

  1. Nunca vayas de compras con el estómago vacío. Come algo antes de salir, aunque sea un snack.
  2. Lleva una lista clara y respétala. Si el artículo o el alimento no está en la lista, probablemente no lo necesitas.
  3. Evita los pasillos de tentación. Sí, esos llenos de dulces, papitas, y "ofertas irresistibles".
  4. Ponle un tope a tu gasto. Usa efectivo o define un monto si pagas con tarjeta.
  5. Haz mercado con cabeza, no con hambre. Porque los antojos duran minutos, pero el gasto queda todo el mes.

Recuerda: cuidar tu dinero también es parte de tu bienestar. Un pequeño cambio como este puede ayudarte a ahorrar más de lo que imaginas.

¡Aprendamos en Familia!

Síguenos en Facebook